domingo, 14 de noviembre de 2010

Reality

Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas. Al principio se trataba tan sólo de un juego: adoptar los movimientos, la personalidad del otro. Meterse en su vida. Experimentar, arriesgarse, llevar al límite. Conocer hasta dónde da de sí una relación. Interpretar.

Sin embargo, pasado el primer año comenzaron a olvidar su verdadera identidad. Ahora ya no saben si son un personaje o ellos mismos. Por eso cuidan cada palabra y evitan los enfrentamientos. Tienen miedo. Ha llegado el momento de introducir una nueva consiga.

NiñoCactus

2 comentarios:

Elchiado dijo...

Realitymente vivimos impregnados de la vida de otros... que levante la mano el que no... será por eso que siempre andamos buscando nuevas consignas

Se le echa de menos, que lo sepa. un abrazo

Anita Dinamita dijo...

A esto me refería yo con salirse de la frase y crear algo diferente a lo que sugería. Muy bien!
Un abrazo